¡Hola! ¿Sabías que la falta de cabello o alopecia puede afectar a hombres y mujeres de todas las edades? Curiosamente, la palabra «alopecia» proviene del término griego «Alopex», que significa «zorro».

Si buscamos en el diccionario, encontraremos que la Real Academia Española define la alopecia como «la caída o pérdida patológica del pelo». Aunque esta definición puede parecer breve, es sumamente precisa y acertada.

La alopecia o calvicie se refiere a la caída temprana o ausencia de pelo en distintas partes del cuerpo, y puede tener múltiples causas. De hecho, existen varios tipos de alopecia, entre los que se incluyen:

  • Alopecia Androgenica: quizás es el tipo de alopecia más común y extendido más entre el público masculino ya que tiene mucho que ver el efecto hereditario. Para este tipo de alopecia existen muchos tipos de tratamientos, Minoxidil o Finasteride entre otros, que ayudaran tanto a frenar la caída como a recuperar cabello perdido.

 

  • Alopecia areata (AA) es una enfermedad de base autoinmune, de etiología multifactorial, que se caracteriza por áreas alopécicas no cicatriciales, asintomáticas y que afecta, aproximadamente, al 2% de los pacientes que acuden al dermatólogo. La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente entre los 20 y 50 años y afecta por igual a hombres y a mujeres. Este tipo de alopecia forma una placa redonda u ovalada, calva, lisa, brillante, sin escamas que se localiza en el cuero cabelludo u otras áreas pilosas. El inicio de la enfermedad es abrupto y el paciente se queja del aumento de la caída del pelo en áreas circunscritas. Además, puede asociarse a parestesias leves, prurito, sensibilidad, escozor o dolor, aunque en la mayoría de los casos las lesiones son completamente asintomáticas. Este tipo de alopecia muchas veces se cura espontáneamente y no suele asociarse a enfermedad alguna. Un factor que sí parece ser desencadenante para este tipo de alopecia es el estrés y los nervios ya que estos se comportan como factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad.

 

  • Alopecia congénita: forma rara de pérdida total o parcial del cabello acompañada de otros defectos del ectodermo (uñas, huesos, etc.)

 

  • Alopecia de presión: es una alopecia que se debe a una presión permanente sobre el cuero cabelludo, ocurre en personas enfermas encamados durante largos períodos.

 

  • La Alopecia de tracción: es también una alopecia traumática pero esta es debida a la tracción continua de los cabellos que tiene lugar con algunos tipos de peinados.

 

  • Alopecia laminaris: es la pérdida de los cabellos en los márgenes del cuero cabelludo.

 

  • Alopecia menopáusica: caída del pelo en la mujer postmenopáusica, como efecto secundario de las modificaciones hormonales (disminución de estrógenos y aumento de andrógenos).

 

  • Alopecia moteada: la alopecia sifilítica afecta al cabello y a la barba y tiene lugar en forma de pequeñas calvas irregulares que confieren a estas partes de la cabeza un aspecto moteado.

 

  • Alopecia neurótica: es la pérdida de pelo, que se produce habitualmente en un lugar, y tras una enfermedad o lesión del sistema nervioso.

 

  • Alopecia posparto: efluvio de telógenos (fase de reposo, después del catágeno, durante la que se produce la caída del cabello), aparece poco después del parto. Habitualmente se recupera en los meses siguientes.

 

  • Alopecia seborreica: alopecia asociada a un exceso de grasa en el cuero cabelludo con caspa y otros signos de dermatitis seborreica.

 

  • Alopecia senil: forma natural de la pérdida del cabello que afecta a las personas mayores.

 

  • Alopecia total: enfermedad que se caracteriza por la caída de todo el pelo del cuero cabelludo. La causa es desconocida, y la calvicie a veces suele ser permanente.

 

  • Alopecia tóxica: pérdida del cabello atribuida a una afección febril.

 

  • Alopecia tricofítica: alopecia a consecuencia de una infección tricofítica (tiña).

 

  • Alopecia universal: La alopecia universal es una forma de alopecia en la que se produce una pérdida completa del cabello en todo el cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo, el vello facial, las cejas, las pestañas y el vello corporal. Esta afección es poco común y se cree que afecta a menos del 1% de la población.

    La alopecia universal se considera una enfermedad autoinmunitaria, lo que significa que el sistema inmunológico ataca por error a los folículos pilosos, que son las estructuras que producen el cabello. La causa exacta de esta enfermedad es desconocida, aunque se sabe que algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollarla, como la genética y otros trastornos autoinmunitarios.

 

  • Alopecia no cicatricial: Son muy comunes y pueden mejorar o curarse por medio de tratamientos e incluso algunas se revierten espontáneamente sin necesidad de ser tratadas. En este tipo de alopecias el folículo piloso tiene un comportamiento patológico pero sigue con vida a menos que la alopecia se extienda por períodos muy largos (alopecia común o androgenética).

 

  • Alopecia traumática: puede ser provocada por el uso de secadores de pelo, peines metálicos o cualquier otro elemento capaz de generar alguna lesión en el cuero cabelludo. También puede generarse en personas con problemas psicológicos ya que se arranca los pelos a sí mismo. A esta patología se la conoce como tricotilomanía.

 

  • Alopecia Difusa: Es la pérdida aguda del pelo tras alguna enfermedad, también lo pueden sufrir estrés emocional, enfermedades febriles o mujeres que hayan tenido un hijo. En éste último, puede durar hasta 6 meses para luego recuperarse totalmente.

 

  • La Alopecia cicatrizal: forma de calvicie producida por la formación de una cicatriz, o por algún tipo de daño en el folículo piloso, interna o externamente. La recuperación del cabello es prácticamente nula, por ello la única solución es con trasplantes o injertos.